Perdido en su amargura, un hombre decidió matar a Dios y concibió un plan tan terrible, quedesarrolló una fórmula que borra su memoria de la memoria humana.
Así, pensó, sería verdaderamente libre.
Siguió su plan a fondo, hasta llegar a su meta.
Dios había sido eliminado, no quedó nada que lo recuerde.
Atrás han quedado los días, el mundo en el caos,la gente dando la vuelta se terminó destruyendounos a otros.
Es necesario reinventar Dios.
Pero se había olvidado de la fórmula, trató en vano de conseguir ningún resultado.
Hasta que, en su desesperación, el arrepentimiento, empapado en lágrimas, que naufragó en su dolor, él se dispuso a tomar suvida, o lo que queda, se tiró en el suelo mientrassus labios pidió perdón a él que "murió".
Fue entonces cuando oyó una voz, al principio unsusurro lejano, pero que poco a poco se hizo más clara y más ...
- Hijo, levántate.
¿Cree usted que realmente han obtenido suintento?!
Pero ¿cómo iba a borrar la memoria de la humanidad es mi casa en tu corazón!
REGINA C. SUPP